Cada día son más las mujeres que, como Maggie Baumann,
están sufriendo de pregorexia. Si bien no hay estadísticas en Chile, según el
doctor Juan Valdivia Martínez, gineco-obstetra de la Unidad de Medicina
Materno-Fetal de la Clínica Alemana, este es un trastorno que se está
presentando con mayor frecuencia en las consultas médicas. “Ha aumentado en 10%
durante los últimos cinco años”, afirma. El médico, además, señala que esas
pacientes suelen tener un perfil definido: “Son mujeres muy autoexigentes, tanto
en lo laboral como con su físico”. (Martinez, 2014)
La siquiatra Daniela Gómez, que es directora médica del
Centro Aida, especialista en trastornos alimentarios, cree que el aumento de
estos casos se debe a que “la prevalencia de anorexia aumentó en Chile
muchísimo en los últimos 10 años y las pacientes que se están embarazando ahora
son mujeres que pudieron haber desarrollado trastornos alimentarios y nunca se
los trataron. O, si lo hicieron, empeoraron durante el embarazo”. (Gómez, 2014)
Un estudio efectuado por la University College de Londres
asegura que una de cada 14 británicas está sufriendo de trastornos alimentarios
durante su embarazo. En países nórdicos se dice que la pregorexia ha aumentado
en 30% y aseguran que esto se debe a la presión que sienten las mujeres
exitosas por lucir espléndidas; en tanto que medios internacionales culpan, en
parte, a Angelina Jolie o Tori Spelling al haber lucido cuerpos extremadamente
delgados estando embarazadas.
No es casual, agrega la siquiatra, que la pregorexia sea
parte de los trastornos no especificados que han surgido en los últimos 15
años, como la vigorexia (trastorno que se caracteriza por hacer ejercicio en
exceso para lograr un cuerpo musculoso), propios de la sociedad actual, muy
preocupada por el físico y la moda. En esta línea, Verónica Irribarra,
nutrióloga del Departamento de Nutrición y Diabetes de la Facultad de Medicina
de la Universidad Católica, advierte que “la
pregorexia no es un diagnóstico médico, sino que una manera de llamar a una
persona que tiene un trastorno de conducta alimentaria, como anorexia nerviosa,
bulimia o un trastorno no especificado durante el embarazo”. (Irribarra,
2014)
La irrupción de la pregorexia en Chile coincide con otro
fenómeno: el momento en que empezaron a verse más embarazadas dentro de los
gimnasios. Según Francisco Cuello, coordinador del área fitness y piscina de
Balthus Vitacura, desde los últimos tres años ha sido testigo de cómo las
embarazadas se ejercitan hasta pocos días antes de parir. “Se están viendo
muchas más embarazadas en el gimnasio. Antes, iban a la piscina para prepararse
para el parto. En cambio ahora entrenan para verse bien y lo hacen bajo supervisión
médica”, advierte. (Cuello, 2014)
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